El origen de esta tradición parece venir del siglo XVIII, cuando vecinos de la localidad de Sabucedo reunían a los potros que estaban en los montes aledaños para conducirlos al curro. Cuando llegaban a su destino, los animales eran sometidos para ser rapados desparasitados y marcados como método de prevención luego de pasar la peste bubónica. Existe otra versión que ubica la tradición en la época prerromana por el hallazgo de petroglifos en la misma zona.

Cualquiera que fuera la fecha exacta de su origen, lo cierto es que la rapa das bestas es una actividad de bastante adrenalina que involucra a cerca de 600 caballos entre machos y hembras. Una gran manada que es conducida al curro donde es dividida en 14 grupos, primero se introduce a un grupo en el curro para que empiece la lucha a cuerpo con los hombres o aloitadores. Ellos deberán realizar la difícil tareas de derribarlos mientras son observados por miles de espectadores que están muy atentos en las gradas.

Antes de iniciar con la fiesta, a primer hora del día se ofrece una misa a San Lorenzo para pedirle que no haya ningún inconveniente durante la rapa das bestas.