Pese a que la batalla de flores ocupa solo un día, en realidad es un evento que requiere de bastante preparación, que empieza muchos meses atrás en el campo donde se cultivan las flores, la mayoría de estos cultivos son cuidados exclusivamente para el evento por los carrocistas. Cuando ya están listas son cortadas y arregladas durante los meses de verano, con ellas se empieza a darle vida a esos hermosos diseños que más parecen una obra de arte. El trabajo artístico se prolonga hasta las vísperas, conocida también como la noche mágica.

El día de la Batalla de Flores de Laredo salen las hermosas carrozas después del llamado del cohete y la apertura del mercadillo, ellas deben entrar a un circuito que ocupa los alrededores de la Alameda Miramar. En este espacio, bajo la atenta mirada de espectadores y jurados las carrozas deben desfilar, mostrando sus diseños artísticos que son el resultado de una constante evolución y una estética impecable. Las carrozas deben dar tres vueltas y en la última se entrega el galardón, que premia la presentación, diseño, tipo de flor y la prolijidad de la técnica.

La colorida jornada de Laredo culmina en la noche con la verbena y un espectáculo de fuegos pirotécnicos cerca de la bahía.