La Endiablada de Almonacid del Marquesado

Publicado por admin en

Diablos con cencerros rinden un homenaje único a sus santos patronos

En el gélido paisaje de la Alcarria conquense, existe un pueblo que se despierta cada mes de febrero al estruendo de un sonido ancestral. Es el incesante repiqueteo de miles de cencerros que resuena en las calles, anunciando que ha llegado la hora de La Endiablada. En Almonacid del Marquesado, la fiesta es un espectáculo único en el mundo, un ritual de devoción y desorden controlado que ha sido declarado de Interés Turístico Internacional. El visitante que llega a esta pequeña localidad de Cuenca se encuentra con un escenario surrealista: hombres ataviados como diablos, con ropajes de colores y sombreros puntiagudos, corren y saltan sin descanso, haciendo un ruido ensordecedor. Sin embargo, detrás de este caos aparente, se esconde un acto de profunda fe, una danza ancestral que es un homenaje a sus santos patrones, la Virgen de la Candelaria y San Blas. La Endiablada es una fiesta que te atrapa con su misterio y su ritmo, una experiencia que te transporta a un pasado de mitos y creencias, y que te hace sentir parte de una tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos.

La atmósfera de la fiesta es una mezcla de asombro y de emoción. La vista de los diablos corriendo por las calles, con sus trajes de colores y sus cencerros resonando, es una imagen que no se olvida. Pero es el sonido el que te envuelve por completo, un ritmo que te hace vibrar y que te invita a unirte a la celebración. Es un evento que te invita a dejarte llevar, a sumergirte en un mundo de tradiciones y de leyendas, y a descubrir que en el corazón de la Mancha, el folclore y la fe se unen en una danza única. Esta guía completa te invita a adentrarte en el corazón de esta celebración, a conocer su fascinante historia, a recorrer sus escenarios y a vivir la magia de un viaje a una de las fiestas más singulares y misteriosas de toda España.

El origen de un ritual ancestral: Historia, mito y devoción

El origen de La Endiablada se pierde en la noche de los tiempos, en un pasado que combina rituales paganos y creencias cristianas. La tradición oral cuenta que la fiesta es una forma de exorcizar los males y de ahuyentar a los malos espíritus. El estruendo de los cencerros, que se creía que tenía el poder de alejar a los demonios, era una forma de proteger a la comunidad y a sus cosechas. Con la llegada del cristianismo, esta tradición ancestral se fusionó con la festividad de la Virgen de la Candelaria y de San Blas. Los diablos, que en un principio eran una figura pagana, se convirtieron en una forma de honrar a los santos, y el ruido de los cencerros en una forma de darles la bienvenida.

La leyenda cuenta que los diablos de Almonacid eran en realidad «angelicos» que, en su fervor por los santos, se negaron a quitarse sus ropajes festivos al entrar a la iglesia, un acto de rebeldía que los convirtió en diablos. Este relato, aunque de origen incierto, refuerza el carácter dual de la fiesta: el caos y la devoción, lo terrenal y lo divino, en una danza única. La devoción a la Virgen de la Candelaria, patrona de la localidad, y a San Blas, a quien se le atribuyen milagros de curación de las enfermedades de la garganta, son el corazón de la fiesta. Los diablos no son una figura de maldad, sino un instrumento de fe, una forma de rendir homenaje a los santos de una manera única y ruidosa. La historia de La Endiablada es, en definitiva, la historia de un pueblo que se ha aferrado a sus raíces, creando una celebración que es una mezcla perfecta de fe, folclore y tradición.

El estruendo de un programa sagrado: La agenda del festival

El programa de La Endiablada es una agenda que se extiende a lo largo de varios días, con una serie de rituales que se repiten año tras año. La fiesta arranca el día 1 de febrero con un evento crucial y simbólico: la subasta de los cargos. Los vecinos pujan por el honor de ser los diablos que portarán las imágenes de la Virgen y San Blas en las procesiones del día siguiente. Es un momento de gran emoción y de camaradería, que marca el inicio de la fiesta.

El día 2 de febrero es el día de la Virgen de la Candelaria. Los diablos se reúnen en la plaza del pueblo, ataviados con sus trajes de colores y sus cencerros, y se dirigen a la iglesia para el primer saludo a la Virgen. La procesión de la Virgen es un acto de gran solemnidad, que se acompaña por el incesante repiqueteo de los cencerros. Los diablos caminan de espaldas a la imagen, en señal de respeto, y se detienen en cada esquina para realizar un baile único. La jornada se completa con una serie de rituales que honran a la Virgen, y que se repiten a lo largo del día. El día 3 de febrero es el día de San Blas. Los diablos vuelven a las calles, con sus trajes de colores y sus cencerros, y se dirigen a la iglesia para el saludo a San Blas. La procesión de San Blas es un acto de gran devoción, que se acompaña por el incesante repiqueteo de los cencerros. El programa de La Endiablada es una agenda que te invita a vivir la historia y la fe de un pueblo de una manera única y emocionante.

El baile de los diablos: Los actos más emblemáticos al detalle

El alma de La Endiablada reside en el baile de los diablos. Es un espectáculo único en el mundo, un ritual de devoción y desorden controlado que se repite año tras año. El baile arranca en las calles del pueblo, donde los diablos se reúnen para el primer saludo a la Virgen y a San Blas. La procesión es un acto de gran solemnidad, que se acompaña por el incesante repiqueteo de los cencerros. Los diablos caminan de espaldas a la imagen, en señal de respeto, y se detienen en cada esquina para realizar un baile único. El baile es una mezcla de saltos, giros y movimientos que se realizan al ritmo de los cencerros. Es un espectáculo de gran belleza y de profundo significado, una manifestación de la fe y el folclore del pueblo.

El momento más esperado del baile es el «cruce de cencerros», un ritual en el que los diablos se colocan en dos filas, una frente a la otra, y chocan sus cencerros en un sonido ensordecedor. Es un momento de gran emoción y de camaradería, que se repite a lo largo del día. El baile de los diablos es un acto de gran dedicación y de profundo significado, una forma de honrar a los santos de una manera única y ruidosa. Los diablos no son una figura de maldad, sino un instrumento de fe, una forma de rendir homenaje a los santos de una manera única y ruidosa. La fiesta de La Endiablada es una experiencia que te invita a sumergirte en la cultura y la tradición de un pueblo que se enorgullece de su legado.

La calle como escenario: El ambiente del pueblo

La fiesta de La Endiablada transforma la ciudad de Almonacid del Marquesado en un escenario de celebración, con cada rincón ofreciendo una experiencia única. El centro neurálgico de la fiesta es la plaza del pueblo, donde tienen lugar los actos principales y las representaciones. La plaza se llena de gente vestida con ropa de abrigo, con los rostros iluminados por la emoción. El ambiente es de total expectación, con la gente esperando el momento en que los diablos hagan su aparición. El sonido de los cencerros es el protagonista de la fiesta, un ritmo que te hace vibrar y que te invita a unirte a la celebración.

Pero el ambiente de la fiesta no se limita a la plaza principal. En las calles más pequeñas y en las plazuelas más escondidas, puedes encontrar un sinfín de actividades y de espectáculos. Los lugareños abren sus puertas para recibir a los visitantes, y las casas se llenan de gente que comparte comida y bebida. Es un ambiente de total inmersión, en el que los visitantes se sumergen por completo en la vida de un pueblo que se enorgullece de su legado. El pueblo de Almonacid del Marquesado es un escenario perfecto para la fiesta, con sus calles estrechas, sus edificios antiguos y su iglesia, que sirven de telón de fondo para la historia. La fiesta de La Endiablada es una oportunidad única de conocer la historia y la cultura de un pueblo, de una manera divertida y emocionante.

El atuendo del diablo: Curiosidades y rituales únicos

El atuendo de los diablos de La Endiablada es una obra de arte en sí mismo, un reflejo de la historia y el folclore de la fiesta. Los diablos visten ropas de colores llamativos, con flecos y borlas, y un sombrero cónico adornado con cintas de colores. Pero el elemento más distintivo de su atuendo son los cencerros, que se colocan en la espalda, en un armazón de madera. El peso de los cencerros es de varios kilos, y su repiqueteo incesante es el sonido de la fiesta.

Otra de las curiosidades de la fiesta es la jerarquía de los diablos. El grupo está liderado por los mayordomos, que son los encargados de organizar la fiesta y de guiar a los diablos en las procesiones. Los diablos de Almonacid son una figura de profunda devoción, y su papel en la fiesta es un honor para la comunidad. Los rituales de los diablos son también únicos. Su forma de caminar, de espaldas a la imagen de los santos, es un gesto de profunda reverencia, y su baile, con sus saltos y sus movimientos, es una forma de honrar a los santos. La fiesta de La Endiablada es, en definitiva, una celebración que combina el misterio y el folclore, la solemnidad y el desorden, en una mezcla única que la convierte en una de las fiestas más especiales de toda España.

Prepárate para el estruendo: Guía práctica para el visitante

Si te animas a vivir la experiencia de La Endiablada, aquí tienes algunos consejos prácticos para que tu visita sea inolvidable.

Alojamiento: Almonacid del Marquesado es una localidad pequeña, por lo que la oferta de alojamiento es limitada. Te recomiendo reservar el alojamiento con antelación. Si no encuentras alojamiento en el pueblo, puedes buscar en las localidades cercanas, como Cuenca o Tarancón, que están a pocos kilómetros.

Transporte: La forma más cómoda de llegar a Almonacid del Marquesado es en coche, ya que la localidad no cuenta con estación de tren. La carretera que conecta la localidad con Cuenca y Tarancón es una carretera secundaria, por lo que te recomiendo viajar con precaución. Durante la fiesta, las calles del pueblo se cierran al tráfico, por lo que la mejor opción es dejar el coche en la entrada de la localidad y caminar a pie.

Vestimenta: El mes de febrero en Cuenca puede ser muy frío, especialmente por las noches. Te recomiendo llevar ropa de abrigo, una chaqueta, un jersey y un calzado cómodo para caminar. También es importante vestir ropa de colores neutros, para no desviar la atención de los trajes de los diablos.

Seguridad: El baile de los diablos es un acto de gran intensidad. Los diablos corren y saltan sin descanso, y el repiqueteo de los cencerros es ensordecedor. Te recomiendo mantener una distancia prudencial de los diablos para evitar cualquier incidente. La fiesta es una experiencia única, pero es importante tomar las precauciones necesarias para disfrutarla con seguridad.

Respuestas que desvelan el misterio de La Endiablada

¿Qué son los diablos de La Endiablada?
Los diablos son los protagonistas de la fiesta, hombres que se visten con trajes de colores, con sombreros puntiagudos y cencerros en la espalda. Su papel es rendir homenaje a los santos de la localidad, la Virgen de la Candelaria y San Blas, con sus bailes y su incesante repiqueteo.

¿Por qué hacen tanto ruido con los cencerros?
El ruido de los cencerros tiene un doble significado. Por un lado, se cree que el estruendo de los cencerros tiene el poder de ahuyentar a los malos espíritus. Por otro, es una forma de rendir homenaje a los santos, un sonido de júbilo y de celebración que les da la bienvenida.

¿Es una fiesta religiosa o pagana?
La Endiablada es una fiesta que combina elementos de la tradición pagana y de la fe cristiana. Aunque sus orígenes se remontan a los rituales paganos de exorcismo, la fiesta se ha cristianizado y se ha convertido en un acto de profunda devoción a los santos de la localidad.

¿Qué son los ‘Cargos’?
Los Cargos son los roles principales de los diablos que portan las imágenes de los santos en las procesiones. El honor de ser un Cargo se subasta entre los vecinos de la localidad, en un acto de gran emoción y de camaradería.

¿Es peligroso acercarse a los diablos?
La fiesta es una experiencia segura si se toman las precauciones necesarias. Los diablos corren y saltan sin descanso, y el repiqueteo de los cencerros es ensordecedor. Te recomiendo mantener una distancia prudencial de los diablos para evitar cualquier incidente y disfrutar de la fiesta con seguridad.

Enlaces para tu aventura en La Mancha

Belén viviente de Vega del Codorno

Los vecinos representan el nacimiento de Jesús en una cueva natural Vega del Codorno es un pequeño municipio en la ...

Festividad de El Vítor de Horcajo de Santiago

Fiesta dedicada a la Inmaculada Concepción en Cuenca En el corazón de la Mancha Alta, en Cuenca, el pequeño pueblo ...

La Endiablada de Almonacid del Marquesado

Diablos con cencerros rinden un homenaje único a sus santos patronos En el gélido paisaje de la Alcarria conquense, existe ...

Fiesta de Moros y Cristianos de Valverde del Júcar

La localidad se transforma en desfiles, música y batallas simuladas En Valverde del Júcar, un pueblo conquense donde el río ...

Septenario de la Virgen de Tejeda en Moya

Septenario de la Virgen de Tejeda en Moya 2025 Cartel Septenario de la Virgen de Tejeda en Moya 2025 Programa Septenario de la Virgen ...