Fiesta de Santa Lucía en Palma de Mallorca

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La luz nórdica ilumina la Seu

Cada 13 de diciembre, cuando la noche cae sobre el Mediterráneo y las luces navideñas empiezan a brillar en las calles de Palma, algo mágico sucede en el interior de la majestuosa Catedral de Mallorca. La Seu se transforma en un templo escandinavo por unas horas, y más de 1.300 personas se congregan para presenciar uno de los eventos más emotivos y singulares del calendario festivo balear: la Fiesta de Santa Lucía.

Una niña vestida de blanco, con un fajín rojo y una corona de velas encendidas sobre su cabeza, avanza lentamente por la nave central de la catedral gótica. Detrás de ella, un cortejo de niños y niñas ataviados con túnicas blancas y gorros de duende sostienen velas mientras sus voces entonan villancicos suecos que resuenan entre las bóvedas centenarias. Es un momento de pura emoción, donde dos culturas tan distantes geográficamente se encuentran en perfecta armonía.

Esta celebración, traída a Mallorca por la comunidad sueca residente en la isla, ha arraigado con fuerza en los últimos años hasta convertirse en uno de los actos más esperados del Adviento palmesano. Lo que comenzó como una pequeña reunión en la Plaza de Cort hace más de 25 años, hoy es un evento multitudinario declarado Fiesta de Interés Turístico Autonómico que atrae tanto a residentes escandinavos como a mallorquines y turistas fascinados por esta tradición luminosa.

Quién fue Santa Lucía y por qué se celebra

La historia de Santa Lucía se remonta al año 304 d.C., en la ciudad siciliana de Siracusa, durante las persecuciones del emperador romano Diocleciano. Lucía era una joven cristiana que consagró su vida a Dios y decidió distribuir su dote entre los pobres en lugar de casarse con un pretendiente pagano. Su nombre, derivado del latín lux, significa literalmente «luz», y su vida está rodeada de leyendas que la asocian con la visión y la iluminación espiritual.

Según la tradición, Lucía fue denunciada por rechazar el matrimonio y permanecer fiel a su fe cristiana. Fue sometida a torturas, pero ninguna logró doblegar su espíritu. Una de las leyendas más conocidas cuenta que le arrancaron los ojos, pero ella siguió viendo gracias a un milagro divino. Otra versión narra que ella misma se los arrancó y se los envió a su pretendiente en un plato para rechazarlo definitivamente. Por eso, Santa Lucía es la patrona de los ciegos y se la representa frecuentemente con los ojos en una bandeja.

Aunque Santa Lucía era italiana, su culto se extendió rápidamente por toda Europa y adquirió especial relevancia en los países escandinavos, particularmente en Suecia y Finlandia. ¿Por qué en tierras tan lejanas de Sicilia? La explicación tiene que ver con el solsticio de invierno y la necesidad humana de encontrar luz en la oscuridad. Antes de la reforma gregoriana del calendario, el 13 de diciembre coincidía aproximadamente con el solsticio, la noche más larga del año. Para los pueblos nórdicos, Santa Lucía se convirtió en el símbolo perfecto de la luz que vence a las tinieblas.

Desde la Edad Media, y especialmente a partir de los siglos XVI y XVII, la festividad de Santa Lucía comenzó a celebrarse formalmente en Suecia. La tradición se consolidó en el siglo XIX y alcanzó su forma actual en el siglo XX, cuando se popularizó la imagen de una niña vestida de blanco con una corona de velas encendidas, acompañada por un cortejo de doncellas y duendes que cantan y distribuyen bollos de azafrán.

Un programa que ilumina el inicio del Adviento

La celebración de Santa Lucía en Palma de Mallorca está organizada principalmente por el Colegio Sueco de Mallorca y la comunidad sueca residente en la isla, con el apoyo de instituciones como la Cámara de Comercio Hispano-Sueca. El evento principal tiene lugar en la Catedral de Palma, pero incluye también otros actos que hacen de esta jornada una experiencia completa:

Horario Actividad
17:30h Encuentro de la comunidad sueca en puntos emblemáticos de Palma (plazas, tiendas colaboradoras). Convivencia previa y reparto de información sobre el acto principal.
18:45h – 19:15h Apertura de puertas de la Catedral de Palma. Entrada del público y ubicación en los bancos. Las plazas son limitadas, por lo que se recomienda llegar con antelación.
19:30h – 20:00h Procesión de Santa Lucía: una niña elegida como Lucía, vestida de blanco y con corona de velas, encabeza el cortejo por la nave central de la Catedral, seguida por más de 100 niños del Colegio Sueco.
20:00h – 21:00h Concierto navideño: villancicos y canciones tradicionales suecas interpretadas por el coro del Colegio Sueco. Actuación de los alumnos vestidos con trajes típicos nórdicos.
Después del concierto Convivencia en el exterior de la Catedral. Degustación de lussekatter (bollos de azafrán), galletas de jengibre, ponche navideño y café. Mercadillo solidario con productos suecos y artesanía local.

El acto central es, sin duda, la procesión y el concierto en la Catedral. La entrada es gratuita, aunque las plazas son limitadas y se llenan rápidamente. Miembros de la comunidad sueca, socios de la Cámara de Comercio Hispano-Sueca y colaboradores del evento suelen tener prioridad en la reserva de entradas VIP, pero el público general puede acceder por orden de llegada.

La procesión comienza cuando se apagan las luces de la Catedral y solo las velas de las coronas iluminan el espacio. La niña elegida como Lucía —un honor que recae cada año en una alumna del Colegio Sueco— avanza con paso solemne, seguida por las tärnor (doncellas) vestidas de blanco con cinturones plateados y los stjärngossar (chicos estrella) con gorros cónicos decorados con estrellas doradas. También participan los pepparkaksgubbar (hombres de jengibre) y los tomtar (duendes navideños), todos portando velas y cantando.

Cómo se vive la celebración en la Seu

Asistir a la Fiesta de Santa Lucía en la Catedral de Palma es una experiencia sensorial única. Desde el momento en que cruzas las puertas de la Seu y te sientas en uno de sus bancos de madera, comienzas a percibir que algo especial está por suceder. El murmullo expectante de las más de mil personas que llenan el templo, el aroma de las velas, la imponente arquitectura gótica que se eleva hacia el cielo… todo prepara el escenario para un momento de recogimiento y belleza.

Cuando se apagan las luces y comienza la procesión, el silencio se apodera del lugar. Solo se escucha el canto de los niños, que entonan en sueco canciones tradicionales como «Sankta Lucia, ljusklara hägring» («Santa Lucía, clara aparición de luz»). Las llamas de las velas proyectan sombras danzantes sobre los muros centenarios, creando una atmósfera casi mística. Es imposible no emocionarse ante la pureza y la solemnidad del momento.

El concierto que sigue a la procesión es igualmente conmovedor. Los aproximadamente 140 alumnos del Colegio Sueco interpretan un repertorio que combina villancicos suecos con temas navideños internacionales. Niños de todas las edades, desde los más pequeños hasta adolescentes, participan con profesionalidad y entusiasmo. Sus voces infantiles resuenan con una claridad cristalina bajo las bóvedas de la Catedral, transportando a los asistentes a los bosques nevados de Escandinavia.

Muchos de los espectadores, especialmente los suecos residentes en Mallorca, no pueden contener las lágrimas. Para ellos, este acto representa un pedazo de su tierra, un vínculo emocional con sus raíces y sus tradiciones. Pero también los mallorquines y visitantes de otras nacionalidades quedan profundamente tocados por la belleza y el simbolismo de la celebración.

Al finalizar el concierto, el ambiente cambia. Las luces se encienden, la gente sale al exterior de la Catedral y comienza la parte más festiva: la convivencia y la degustación gastronómica. En las inmediaciones de la Seu, en la Plaza del Palau Real o en espacios habilitados por el Colegio Sueco, se instalan pequeños puestos donde se distribuyen los típicos lussekatter, los bollos de azafrán con forma de S decorados con pasas que son el dulce estrella de esta festividad. También se ofrecen galletas de jengibre (pepparkakor), café, ponche navideño y otras delicias nórdicas.

Espacios que acogen la tradición escandinava

El escenario principal de la Fiesta de Santa Lucía en Palma es, sin duda, la Catedral de Mallorca, conocida popularmente como La Seu. Este imponente templo gótico, construido entre los siglos XIII y XVII frente a la bahía de Palma, es uno de los monumentos más emblemáticos de las Islas Baleares. Su nave central, una de las más altas del gótico europeo, ofrece un marco incomparable para la procesión de Santa Lucía. El contraste entre la arquitectura mediterránea y la tradición nórdica crea una fusión cultural única que no deja indiferente a nadie.

Originalmente, la celebración se realizaba en la Plaza de Cort, frente al Ayuntamiento de Palma. Durante años, esta plaza fue el punto de encuentro de la comunidad sueca para cantar villancicos, montar un pequeño mercadillo navideño y compartir los típicos bollos de azafrán. Sin embargo, el creciente interés por el evento y el aumento de participantes llevó a los organizadores a buscar un espacio más amplio y representativo. Así, en 2017, la celebración se trasladó a la Catedral, donde ha encontrado su hogar definitivo.

Además de la Catedral, otros espacios de Palma también participan en la celebración. El Colegio Sueco de Mallorca, situado en las afueras de la ciudad, es donde los alumnos ensayan durante semanas las canciones y coreografías. Las familias suecas residentes en la isla suelen organizar también celebraciones privadas en sus hogares, donde el desayuno de Santa Lucía —con lussekatter, café y ponche— es una tradición que se mantiene viva.

Detalles únicos que hacen especial esta fiesta

Los lussekatter merecen una mención especial. Estos bollos, elaborados con harina de trigo, mantequilla, leche, azúcar y, sobre todo, azafrán —que les da su característico color amarillo dorado—, tienen forma de S y están decorados con pasas de uva que representan los ojos. Según la tradición, se hornean en la víspera del 13 de diciembre y se consumen durante todo el día. Su sabor es dulce y aromático, con un toque especiado que recuerda a la Navidad. En Palma, algunas pastelerías y panaderías especializadas han empezado a elaborar lussekatter durante estas fechas, acercando la gastronomía sueca al público mallorquín.

Otro elemento distintivo es el papel del Colegio Sueco de Mallorca como guardián de esta tradición. Esta institución educativa, fundada para ofrecer enseñanza en sueco a los hijos de las familias escandinavas residentes en la isla, ha sido el motor que ha mantenido viva la Fiesta de Santa Lucía durante más de 25 años. Los profesores y alumnos trabajan con dedicación para que cada detalle sea perfecto: desde la elección de la niña que representará a Lucía hasta los ensayos de las canciones, pasando por la confección de los trajes y las coronas de velas.

La corona de velas que lleva Lucía es, probablemente, el símbolo más icónico de la celebración. En la actualidad, por razones de seguridad, las velas suelen ser eléctricas o de LED, especialmente cuando las llevan niños pequeños. Sin embargo, la Lucía principal suele portar velas auténticas, lo que añade un toque de autenticidad y emoción al momento en que avanza por la nave de la Catedral. La corona está hecha con ramas de vegetación verde, a menudo arándano o mirto, y lleva entre siete y nueve velas blancas.

Finalmente, cabe destacar la dimensión solidaria de esta fiesta. Muchas de las actividades organizadas en torno a Santa Lucía, como el mercadillo navideño o la venta de lussekatter, tienen un carácter benéfico. Los fondos recaudados se destinan a proyectos educativos del Colegio Sueco o a causas solidarias tanto en Mallorca como en países nórdicos.

Recomendaciones para disfrutar al máximo de la experiencia

Si estás pensando en asistir a la Fiesta de Santa Lucía en Palma, aquí tienes algunos consejos prácticos que te ayudarán a vivir la experiencia de forma plena y sin contratiempos:

Reserva de entradas: Aunque el evento es gratuito, las plazas en la Catedral son limitadas (aproximadamente 1.300-1.500 personas). Te recomendamos llegar con bastante antelación, al menos 45 minutos antes del inicio de la procesión. Si eres miembro de la comunidad sueca o de la Cámara de Comercio Hispano-Sueca, puedes solicitar entradas VIP con reserva previa. El resto del público entra por orden de llegada, así que la puntualidad es clave.

Cómo llegar: La Catedral de Palma está ubicada en pleno casco antiguo, junto al Palau de l’Almudaina y frente al mar. Si llegas en coche, ten en cuenta que aparcar en el centro de Palma puede ser complicado. Existen varios parkings de pago cercanos, como el del Parc de la Mar. Una opción más cómoda es utilizar el transporte público: varias líneas de autobús de la EMT tienen parada en la zona (líneas 1, 3, 15, 20, 25, entre otras). También puedes llegar en tren o metro hasta la estación Intermodal de Palma y caminar unos 15 minutos hasta la Catedral.

Qué llevar: En diciembre, las temperaturas en Palma son suaves comparadas con el resto de Europa (entre 10 y 17 grados de media), pero las noches pueden ser frescas. Lleva ropa de abrigo ligera, especialmente si vas a pasar tiempo en el exterior antes y después del evento. Dentro de la Catedral la temperatura es más fría debido a la piedra, así que una chaqueta o un chal pueden ser útiles. También es recomendable llevar calzado cómodo, ya que estarás de pie o sentado en bancos de madera durante aproximadamente una hora y media.

Gastronomía nórdica: No te vayas sin probar los lussekatter y las galletas de jengibre que se distribuyen al finalizar el concierto. Si quieres profundizar más en la gastronomía sueca, algunas tiendas especializadas en Palma venden productos escandinavos durante todo el año. También puedes aprovechar para probar el glögg, una especie de vino caliente especiado típico de la Navidad nórdica, aunque no siempre está disponible en el evento.

Fotografía y vídeo: La procesión de Santa Lucía en la Catedral es un espectáculo visual impresionante, así que querrás capturarlo. Sin embargo, recuerda que estás en un espacio religioso y en un acto de gran solemnidad. Evita usar flash, ya que puede molestar a los niños que participan en la procesión y romper la atmósfera. Si vas a hacer vídeos, mantén el móvil o la cámara en silencio. Respeta siempre el desarrollo del acto y no te levantes de tu asiento durante la procesión.

Alojamiento: Si vienes de fuera de Palma y decides pasar la noche en la ciudad, reserva tu hotel con antelación. Diciembre es temporada media-alta en Palma, y aunque no hay tanta demanda como en verano, los mejores alojamientos se llenan rápido. La zona del casco antiguo (cerca de la Catedral, La Lonja, Paseo del Borne) es ideal para disfrutar del ambiente navideño de la ciudad.

Otras actividades navideñas: Si vienes a Palma para la Fiesta de Santa Lucía, aprovecha para disfrutar de otras actividades navideñas que ofrece la ciudad en esas fechas: los mercadillos navideños en la Plaza Mayor y en el Pueblo Español, las iluminaciones en el Paseo del Borne y Jaime III, el Belén de Es Baluard, y los conciertos de adviento en diferentes iglesias y auditorios.

Dudas habituales sobre Santa Lucía en Palma

¿Desde cuándo se celebra Santa Lucía en Palma de Mallorca?

La celebración de Santa Lucía en Palma tiene más de 25 años de historia. Comenzó como un pequeño acto en la Plaza de Cort organizado por la comunidad sueca y el Colegio Sueco de Mallorca. En 2017 se trasladó a la Catedral de Palma, donde ha alcanzado su máxima proyección.

¿Es necesario ser de origen sueco para asistir?

No, en absoluto. La Fiesta de Santa Lucía es abierta a todo el público, sin importar nacionalidad u origen. De hecho, cada vez más mallorquines y turistas de diferentes países acuden fascinados por esta tradición. La celebración se ha convertido en un símbolo de convivencia multicultural.

¿Qué idioma se utiliza durante el concierto?

Las canciones se interpretan principalmente en sueco, ya que se trata de villancicos y temas tradicionales escandinavos. Sin embargo, no es necesario entender el idioma para disfrutar del espectáculo: la belleza de la música, las voces de los niños y la atmósfera del lugar trascienden las barreras lingüísticas.

¿Cuál es el mejor sitio para sentarse en la Catedral?

Si quieres tener una buena vista de la procesión, te recomendamos los bancos centrales de la nave principal, cerca del pasillo por donde avanzan los niños. Sin embargo, ten en cuenta que la acústica de la Catedral es excelente, así que desde cualquier punto podrás escuchar perfectamente el concierto.

¿Puedo comprar lussekatter fuera del evento?

Sí, algunas panaderías y pastelerías especializadas de Palma elaboran lussekatter durante la temporada navideña. También puedes encontrarlos en tiendas de productos escandinavos. Si tienes habilidades en la cocina, existen recetas en internet para prepararlos en casa.

¿La fiesta es apta para niños pequeños?

Sí, es una celebración muy familiar y apropiada para todas las edades. Los niños suelen disfrutar mucho viendo a otros niños protagonizar el evento, escuchando las canciones y, por supuesto, comiendo los dulces al final. Eso sí, ten en cuenta que es un acto largo (más de una hora) y que requiere estar sentado y en silencio, así que valora si tus hijos pequeños pueden mantener la atención durante ese tiempo.

Enlaces de interés

Cartel Fiesta de Santa Lucía en Palma de Mallorca 2025

Programa De Fiestas

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