La Procesión Cívica del Vítor, es una Fiesta de Interés Turístico Nacional que celebra la localidad española de Mayorga para conmemorar la llegada de las reliquias de Santo Toribio de Mogrovejo. Estas llegaron al municipio, provenientes de Perú la noche del 27 de septiembre de 1737, fueron recibidas por los vecinos con teas o antorchas para iluminar el camino debido a que no había luz eléctrica. Años más tarde, Mayorga continúo rememorando la Procesión Cívica del Vítor en compañía del estandarte que lleva su mismo nombre.

La noche del 27 de septiembre se mandan a apagar las luces del pueblo, para que el cortejo que acompaña el estandarte del Vítor se guíe por el fuego ardiente que despiden los centenares de pellejos cubiertos de pez y remojados en vino. El recorrido empieza 22:30 en la iglesia de San Toribio donde se instala una hoguera, a lo largo del trayecto se instalan otras más para que las personas que hacen parte de la procesión puedan encender sus varales cuando estos se apaguen. Mientras hacen su recorrido van entonando cánticos y el himno en honor al santo, esta ceremonia puede extenderse hasta las seis de la mañana. Al finalizar, los portadores de los varales llegan nuevamente hasta la entrada de la ermita, allí apagan el fuego y colocan sus sombreros sobre los varales en homenaje al santo.

La Procesión Cívica del Vítor tiene una gran impacto visual y cultural, detrás de ella pueden haber generaciones de familias que participan todos los años portando la indumentaria correspondiente y preparando con antelación los varales. Estos últimos vinieron a reemplazar las teas ardientes, constan de una unos varales en madera que cuelgan de su punta pieles de cabra curtida, una vez que son encendidas comienzan a gotear pez ardiente, por lo que se requiere que las personas que las portan estén bien cubiertas.